Somos un pueblo noble, con esperanzas de tener una mejor vida, guardamos los más bellos recuerdos de nuestro hermoso país Venezuela, hoy en muchas partes somos rechazados, nos atacan solo por ser venezolanos a lo cual me siento muy orgullosa de serlo.

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Hemos vivido muchas cosas tristes, hemos tenido que ver a nuestros familiares partir con escasos recurso y con solo una maleta llena de esperanzas, no se imaginan lo difícil que es despedir a un ser querido, ver como se aleja y no saber cuándo va a regresar, muchas familias se han desintegrado y muchos de nuestros niños están creciendo sin sus padres.

Estamos viviendo escasez de comida, de medicamentos, en nuestros hospitales no hay nada, la delincuencia cada vez es peor, hay muchos enfermos muriendo por no tener sus tratamiento, la inflación cada vez es más grande, actualmente con nuestro salario mensual podemos comprar solo 4 harinas, hay niños muriendo por desnutrición, las personas se están alimentando de la basura, no nos alcanza para mas nada, los servicios públicos son cada vez peor, aquí la luz se va por días, hace mucho tiempo que no nos llega agua, hay muchas personas muriendo de hambre, y nuestro gobierno se preocupa por otras cosas.

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No quiero caer en política en estos momentos pero Venezuela está pasando por una gran crisis económica y con lo que les he comentado me estoy quedando corta, son situaciones que hay que vivirlas en carne propia para saber lo que se siente y a veces es muy difícil hablar de todo esto sin tocar la política.

Quisiera crear conciencia a las personas con todo lo que estoy explicando aquí, quiero que nuestros hermanos extranjeros pienses en todo lo que hemos tenido que vivir en nuestro país y lo difícil que es tomar la decisión de irnos para que al llegar allá ustedes nos los hagan más complicado, se aprovechan de que llegan sin los documentos legales para trabajar y por eso les pagan menos sin tomar en cuenta que con ese dinero ellos tienen que sobrevivir allá y enviarle a su familia, trata de ponerte un momento en su lugar y piensa ¿Cómo te sentirías tu si atravesaras por una situación similar?, reflexiona hoy por mi y mañana por ti, nunca sabemos cuándo va a cambiar la cara de la moneda.

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Yo pienso que todos tenemos momentos difíciles, hoy nos toco a nosotros, pero como dice un refrán “no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”, sé que esto no va a durar para siempre, que vamos a volver a ser como antes.

Deseo ver a mis hijos crecer en la VENEZUELA que yo conocí, en estos momentos estoy como quien dice aguantando la pela porque me resisto a irme de mi país, soy una mujer que se niega a la idea de abandonar todo lo que me gane con tanto esfuerzo para irme a aventurar con mis dos hijos pequeños, yo tengo fe de que vamos a renacer de nuestras propias cenizas y vamos a ver a nuestros hermanos Venezolanos regresar a su tierra.

Tengo la fe y la esperanza puesta en Dios y el nos ayudara a salir de todo esto, pienso que tal vez es una lección que nos ha enseñado a valorar las cosas, nos ha unido mas como familia, hemos aprendido a compartir lo poco que nos queda, nos ha dejado un gran aprendizaje.