El constante crecimiento en las áreas tecnológicas ha colocado a la inteligencia artificial como la herramienta perfecta, capaz de generar nuevas posibilidades de crecimiento dentro de la Educación Superior.

Mucho se ha mencionado sobre la recolección de datos y las modalidades estratégicas que emplean las Universidades para mejorar los estándares de la enseñanza y el aprendizaje. Considerando, la necesidad de construir un campo inclusivo donde todos puedan beneficiarse y que sea diseñado a través de los datos obtenidos.

https://cdn.steemitimages.com/DQmNXzfUNeEavopaTohmUiQJtBs3t2LBz5pRLujWieqcDvQ/artificial-intelligence-4389372_1280.jpg [Fuente](https://pixabay.com/illustrations/artificial-intelligence-brain-think-4389372/)

Recientemente, la directora general de la UNESCO Audrey Azoulay enfatizaba en la necesidad de aplicar la inteligencia artificial en proyectos escolares y universitarios, para garantizar un mejor acceso al conocimiento, iniciando con la capacitación de los docentes.

El reto en sí, consiste en aplicar la inteligencia artificial dentro del marco institucional de las universidades y que este, garantice el éxito del aprendizaje en los estudiantes. Para ello, se debe realizar un estudio sobre cómo puede afectar las políticas establecidas institucionalmente y determinar su eficiencia dentro del ámbito educativo.

En este punto, es fundamental mirar más allá de las oportunidades que ofrece la tecnología artificial, para crear estrategias que faciliten la transformación de los procesos de recolección de datos y el nacimiento de una nueva visión tecnológica.

Es importante colocar a la inteligencia artificial como herramienta de automatización y acelerador del aprendizaje. El simple hecho de crear un plan personalizado de capacitación en docentes y estudiantes facilita el cumplimiento de los objetivos establecidos dentro de las Universidades.

Cuando se automatiza gran parte del trabajo del docente, hay mayores probabilidades de éxito sobre el rendimiento estudiantil. De esta forma, se crean datos cualitativos útiles para determinar qué estrategia de enseñanza es mejor aplicable para cada estudiante.

La constante deserción estudiantil está relacionada con los métodos tradicionales de la enseñanza que, en su mayoría, son obsoletos. De aquí la necesidad de crear mejores fuentes de información enfocadas en las habilidades del estudiante y que puedan reforzar sus conocimientos.

El uso de programas educativos, basado en la inteligencia artificial, deben ser considerados como una fuente de apoyo. Es indispensable garantizar el equilibrio entre los roles antes de iniciar la transformación de los procesos.

Toda Universidad que desee implementar un software de inteligencia artificial, necesita generar una visión colectiva sobre las ventajas que representa. En este sentido, es fundamental diseñar proyectos enfocados en docentes y estudiantes, que implique un mejor desempeño en los procesos.

Estos resultados solo podrán obtenerse mediante la recolección de datos de cada miembro de la comunidad estudiantil. Solo así, se puede crear un sistema de automatización personalizado y por ende, mejorar y transformar los métodos de enseñanzas existentes.