Comienzo mi día con mi oración matutina habitual, donde agradezco a Dios por un nuevo día y aprovecho para ofrecer mis oraciones personales y familiares. También oro por la situación política, económica, social y espiritual de mi país, Venezuela.

Después de terminar mi oración devocional, fui al porche de mi casa, que da a mi jardín, y pude ver que el día había amanecido nublado y que el jardín se veía muy refrescante. Me quedé en el porche un buen rato, contemplando el maravilloso paisaje refrescante bajo mi jardín.

No podía negar que el día había amanecido muy fresco, lo que me permitió encontrar mi Biblia y hacer mi lectura devocional en el porche, con vistas al jardín.

Leí varios Salmos y Proverbios, lo cual es muy enriquecedor para obtener el sabio consejo de Dios y afrontar los desafíos del día con sabiduría divina.

Mientras leía la Biblia, mi esposa se había levantado y había preparado un delicioso café.

Después de terminar mi lectura bíblica, aproveché la brisa fresca del jardín y comencé a explorar algunas plantas medicinales. Aproveché para visualizar el espacio donde necesito plantar chiles y otras yucas, ya que es temporada de lluvias y es beneficioso para la siembra.

Hice mi ronda y pude recoger algunas plantas de poleo para que mi esposa pudiera preparar una infusión y fortalecer aún más nuestro sistema inmunológico, ya que ha habido muchos brotes virales con síntomas gripales muy graves.

Como hacía mucho fresco, fui a la sala de estudio y pasé un rato descansando. Más tarde, trabajé un rato en la computadora, pues estaba seguro de que se cortaría la luz en cualquier momento. Esto ocurrió por la tarde, y la luz volvió sobre las 8 p. m. Me fui a mi habitación hasta que llegó la hora de dormir.