Abrazo mágico🌳💚

  Abrazar a alguien o algo, es una acción que va más allá del contacto físico, porque a través de este acto, liberamos emociones que nos permiten alcanzar el bienestar ideal y, si en dicho abrazo está involucrado un elemento natural, la experiencia es más enriquecedora.

  Debido a las bondades positivas que genera abrazar un elemento natural, no quise dejar pasar la oportunidad de unirme a la dinámica que auspicia nuestra amiga @inspiracion en la que, nos invita a darle un abrazo a un árbol. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  Convivir con la naturaleza, es un obsequio que me gusta darme diariamente, porque a través de este elemento, he conocido un mundo tan mágico que, al explorarlo con regularidad logré conectar con mi interior y, también escudriño la esencia de la vida para así, comprender las enseñanzas que cada una de mis experiencias me dejan.

  Gracias a la convivencia que he emprendido con el mundo natural, creé un lazo afectivo muy especial con los árboles y, lo digo de esta manera, porque estoy en un nivel donde siento amor por este elemento de nuestra madre naturaleza. Ahora bien, aunque desde pequeña estoy interactuado con el árbol, debo dejar presente que, su magia la conocí en mi etapa de juventud y, desde ese momento, lo considero mi amigo.

  En esta temporada de invierno, el abrazo a un árbol lo estoy haciendo de manera intermitente, porque la lluvia ha estado muy pertinaz. Sin embargo, el día de hoy, solo las nubes han estado presentes y, esto me permitió aprovechar el momento para abrazar a mi gran amigo; acción que me transmitió la sublime energía que solamente él puede puede difundir. Llegado a este punto me encantaría compartirles que, este árbol en particular es muy especial para mí, ya que su plantación, está estrechamente vinculada con el momento que bauticé como mi renacimiento.

  Si de edad hablamos, este árbol tiene siete años y, la armónica energía que tuve la fortuna de sentir cuando lo planté, aun la continúo percibiendo; siendo esto algo muy gratificante para mí, porque lo interpreto como la conexión genuina que hemos logrado establecer.

  Antes de abrazar este árbol frutal, me gusta dejar mi mente en blanco y, a medida que vaya avanzando los segundos o minutos del abrazo, los pensamientos armónicos comienzan a surgir en mi interior hasta el nivel de desconectarme en su totalidad de todo lo que rodea a mi cotidianidad; novedad que me encanta, porque de esa manera limpio mis emociones.

  El acto de abrazar a mi gran amigo durante este día, me transmitió una frescura encantadora donde el olor a lluvia que emanaban las hojas cada vez que se movía por el viento, se podía olfatear intensamente. Aunado a ello, al tocar el tronco, rápidamente sentí el contraste de temperaturas entre él y yo; acción que me permitió relajarme más de lo que ya estaba, al igual que, mi cuerpo progresivamente se fue embriagando con el frío que tenía el torso de este árbol frutal y, aunque no estaba estresada o ansiosa, admito que necesitaba experimentar dicha sensación tan agradable que solo ellos saben emitir.

  Otra acción que hice durante este abrazo fue, pedirle disculpas por mi ausencia durante la semana, pero por más que quería acercarme a él para abrazarlo y conversar un rato, la lluvia me lo impedía. No obstante, lo importante es que ya estaba allí y, sé que él aceptó mis disculpas, porque durante el contacto prolongado que tuvimos, sentí el amor que mutuamente nos transmitimos.

  Quiero resaltar que, tocar el tronco de este árbol también me conecta con la piel humana, porque a pesar de que tenemos texturas tan diferentes, siento que en el fondo somos más similares de lo que creemos. Un ejemplo de ello es que, hoy al abrazar este torso, recordé el abrazo que mi papá y yo solemos darnos cuando nos vemos; recordatorio que me indicó que, nuevamente necesito abrazarlo.

  Este abrazo mágico para mi mejor amigo, también incluyó agradecerle por el oxígeno que nos obsequia, resaltando que, emprender este agradecimiento me ayuda a sentir que él tiene presente que, todavía existimos personas que apreciamos el trabajo que diariamente hacen para garantizar que nuestro planeta Tierra esté en buen nivel. Además de ello, estoy convencida de que él va a transmitirle a sus amigos este mensaje de agradecimiento. Por tan motivo, tengo la facultad de percibir la nobleza de los árboles y, estoy segura de que, a su manera, ellos se comparten el afecto que las personas les transmitimos.

  De manera particular, los árboles y los humanos tenemos una conexión afectiva muy particular. Por tal motivo, la práctica de abrazar este árbol, hoy, me ratificó que es el elemento natural con el que quiero interactuar hasta el último momento de mi existencia, porque a través de él, siempre comprenderé que la esencia de la vida, parte del amor.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!

^{Las imágenes presentadas en esta publicación fueron tomadas con mi teléfono celular Tecno Spark Go 30c y, tienen exclusividad para esta publicación}